Según las naciones unidas, las principales causas de que continúe deteriorándose el ambiente en todo el mundo, son las modalidades insostenibles de consumo y producción. En este sentido, debemos entender que todos somos responsables de nuestro consumo y de los impactos sociales y ambientales que genera su producción. Así, el consumo responsable responde a una elección de productos y servicios con base en su calidad y precio, su impacto ambiental y social y a la conducta de las empresas que los elaboran. Y no, no nos referimos a que salgas corriendo por tu popote de bambú o las bolsas de tela para vegetales, el consumo responsable va más allá de las modas y se centra en tomar decisiones conscientes e informadas a la hora de comprar.

El consumo responsable refleja tres aspectos importantes de nuestras decisiones: a) consumo ético: se refiere a discernir entre las necesidades reales y las creadas por la publicidad que incentiva el consumo como forma de alcanzar la felicidad y el bienestar, b) consumo ecológico: en el que debemos considerar los recursos utilizados pasa su producción y considerar su impacto en el ambiente y c) consumo solidario: considerando los impactos que genera el producto en las personas y las condiciones laborales en las que se ha elaborado.

Así, en la mayoría de los casos realizar un consumo responsable en realidad implica realizar solo un pequeño cambio en nuestros hábitos de consumo. Por eso, queremos compartir contigo algunos consejos prácticos para aplicar en tu siguiente compra:

1. Planifica tus menús y elabora una lista con lo estrictamente necesario, las sobras de la comida de ayer forman parte del 30% del total de los alimentos que consumimos a nivel mundial y terminan en la basura.
2. Revisa las etiquetas y prefiere aquellos productos cuyas materias primas provengan de recursos renovables gestionados de manera sostenible como el sello FSC y Rainforest Alliance; en los supermecados de Playa del Carmen se pueden encontrar desde flores, helados, té, café y hasta hojas de papel con estos sellos.
3. En cuanto al uso del producto, asegúrate que sea eficiente, como aparatos y focos de bajo consumo energético. Un aire acondicionado inverter gastará una fracción de la energía que uno tradicional.
4. Evita tanto como te sea posible los productos desechables o de un solo uso. Esos vasos de unicel para la fiesta tardarán más de 500 años en descomponerse.
5. Prefiere productos de origen local que permiten fortalecer la economía, lo cual además promueve una distribución de la riqueza más equitativa. Vale la pena agregar que las pequeñas y medianas empresas son responsables del 78% de la generación de los empleos y son responsables de generar el 56% del PIB (producto interno bruto); en la medida en que se mejora el PIB, el peso se fortalece.

Existen otros modelos de consumo responsable como la compra de segunda mano, intercambio o consumo por varias personas del mismo bien, trueque, reutilización y algunos otros que ya se han implementado en Playa. Participa en estas comunidades y se parte del cambio que todos queremos ver en el mundo.

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