Mucho se habla aun de la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres en todos los aspectos de la vida actual; y es que hoy en día está de moda el empoderamiento a la mujer y el feminismo, que a veces mal entendido puede crear percepciones confusas respecto al objetivo más importante que es la equidad de género.

Es necesario primero que nada tener claros algunos conceptos como la igualdad, equidad y las diferencias entre sexo y género. Así, comenzamos preguntándonos: ¿es lo mismo igualdad que equidad? Y la respuesta simplemente es no; el concepto de igualdad se refiere al derecho humano fundamental que tienen hombres y mujeres a recibir el mismo trato y oportunidades, este concepto es universal y no debemos confundirlo con la equidad, concepto en el que se reconoce las diferencias de las personas e implica la adopción de acciones positivas para equilibrar sistemas asimétricos entre hombres y mujeres; así, la equidad da un paso más, no elimina la igualdad ya que se basa en el principio igualitario, pero reconoce las particularidades de cada persona y ofrece posibilidades de desarrollo específicas.

Ahora bien, no debemos confundir los conceptos entre género y sexo, ya que, mientras el sexo se refiere específicamente al conjunto de características biológicas, físicas, fisiológicas y anatómicas que definen a los seres humanos como hombre y mujer, el género es una construcción social y cultural basada en las diferencias dadas por el sexo biológico, a partir de ellas se socializa diferencialmente a varones y mujeres dirigiéndoles hacia ideales tradicionales de hombre-masculino y mujer-femenina.

Esta construcción evoluciona a la par de los ideales de las sociedades, sin embargo, históricamente esta socialización diferenciada ha tendido a convertirse en una práctica discriminatoria que crea, fomenta y reproduce la inequidad en las oportunidades de desarrollo y la calidad de vida reproduciendo y perpetuando el uso del poder y la dominación particularmente sobre las mujeres.

Debemos entonces entender la equidad de género como un principio conforme al cual hombres y mujeres acceden con justicia e igualdad el uso, control y beneficios de los bienes y servicios de la sociedad, incluyendo aquellos socialmente valorados, oportunidades y recompensas, con la finalidad de lograr la participación equitativa de la toma de decisiones en todos los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar.

Transformando nuestro entorno

De poco sirve la teoría cuando se habla de equidad de género, el reto real se encuentra en cómo aplicar estos principios en nuestros centros de trabajo y la vida familiar; y para ello te compartimos algunos tips:

1. Parte fundamental del programa de educación para la sustentabilidad de una empresa o sociedad es el sensibilizar y capacitar a todos los grupos de interés en el tema; el problema de la mayoría de las personas, es que no tienen claros los conceptos de equidad de género y terminan tergiversando la información creando polémicas sobre si se debe favorecer o no a cierto género o sobre las capacidades de los mismos.
2. En el caso de las empresas, es importante contar con políticas y procedimientos claros y prácticos para cada una de las áreas que permitan la correcta aplicación de las mismas de forma natural por los empleados.
3. Para transformar nuestro entorno, debemos transformarnos nosotros mismos: si no estamos dispuestos a crecer, aprender y permitir nuevas ideas en nuestra vida, difícilmente podremos transformar la dinámica familiar, la dinámica empresarial o la sociedad misma, el cambio está en ti mismo.