Qué es, qué no es y cómo contribuir.

Hace unas tres décadas, el término sustentabilidad empezaba a escucharse de vez en cuando y causaba una idea borrosa a cerca de su significado e implicaciones. Hoy en día la sustentabilidad es un concepto ampliamente extendido que forma parte del imaginario colectivo. Está presente en las agendas de muchas empresas y en las políticas públicas, forma parte de los ideales de vida de muchas personas y, por supuesto, es un elemento muy común en la mercadotecnia actual; desde los materiales de los empaques, hasta los estilos de vida prometidos en los desarrollos habitacionales, pasando por destinos y actividades turísticas, alimentos y medios de transporte.

A pesar de lo generalizado de su uso y de haberse vuelto incluso un concepto popular, existe una buena dosis de ambigüedad alrededor. Existen también términos cercanos que a menudo son usados indiscriminadamente, como el término “ecológico”, que se refiere a algo que es amigable o al menos inocuo para el ambiente. En esta nota, al hablar de cosas sustentables, estamos asumiendo que puedan ser referidas también bajo cualquiera de esos términos afines (ecológico, verde, eco-friendly) entre algunos otros.

Por definición, el desarrollo sustentable satisface las necesidades del presente sin poner en riesgo la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Por lo tanto, la sustentabilidad es la capacidad que tiene una sociedad para hacer un uso consciente y responsable de sus recursos, sin agotarlos o exceder su capacidad de renovación, y sin comprometer el acceso a estos por parte de las generaciones futuras.

Pero vayamos al grano y sin rodeos al meollo del asunto. La intención de este post es hacer una distinción entre aquello que, ya sea por estrategia mercadotécnica o por simple inexactitud o confusión en el entendimiento y uso del concepto, termina siendo considerado como sustentable, sin que en realidad estén presentes los elementos fundamentales de la sustentabilidad. ¿A qué elementos nos referimos? Toma nota, que estos son los basics del desarrollo sustentable.

Los tres aspectos fundamentales: el económico, el social y el ambiental

Estos tres factores, son requisito indispensable de la sustentabilidad. Es decir, cuando un determinado proyecto toma en cuenta las variables ambientales involucradas y contempla acciones de manejo para disminuir los impactos negativos, aumenta considerablemente su viabilidad a largo plazo. Por lo tanto, tendrá efectos positivos sobre los factores sociales. Pensemos por ejemplo en el bienestar de las personas que ahí habitan, teniendo acceso no solo a un lugar para habitar a largo plazo, sino también a un ambiente ecológicamente sano. A su vez, esta estabilidad favorecerá el fortalecimiento de la economía local. Esta triple relación causa-efecto entre ambiente, sociedad y economía puede verse en cualquiera de los sentidos. Por ejemplo, una economía sustentable es aquella que contempla estrategias responsables con el ambiente natural y social, e igualmente un proyecto social sustentable debe incorporar estrategias económicas y ambientales articuladas, que permitan su viabilidad en el tiempo y maximicen sus beneficios.

Tratando de aterrizar todo lo anterior para distinguir entre “sustentables y falsos sustentables” a continuación algunos ejemplos.

• Desarrollos habitacionales “ecológicos”. Los desarrollos habitacionales frecuentemente reciben el calificativo de ecológico, sustentable o cualquiera de los equivalentes. Pero un momento, desconfía de esas artimañas publicitarias, a menos que veas en su diseño de proyecto cosas como:

• Red de áreas verdes
• Utilización de especies de plantas nativas
• Plan de separación de residuos
• Uso de materiales de construcción térmicamente adecuados para reducir el consumo energético
• Fuentes alternativas de generación de energía
• Sistemas de captación de agua

Difícilmente un desarrollo habitacional en México cuenta con todos estos elementos, lo sabemos. Pero pensamos también que un desarrollo habitacional no puede llamarse sustentable si no reúne estas características. Es necesario comenzar a exigir para que los desarrolladores y los tomadores de decisiones vayan prestando cada vez más atención a estos temas.

• Turismo sustentable.- Los tiempos actuales son tiempos de mayor apertura en muchos sentidos, pero también son tiempos de confusión, y muchas actividades turísticas a menudo son publicitadas como sustentables sin que se tomen en cuenta los aspectos fundamentales de la sustentabilidad. Primero que nada, distingamos que el hecho de llevarse a cabo en un sitio natural o involucrar a la fauna silvestre, no hace a una actividad turística automáticamente sustentable. Los proyectos de turismo sustentable tienen mucho trabajo de investigación, planeación y coordinación entre diferentes actores, para asegurar que se trata de actividades que no pongan en riesgo al medio ambiente (el agua, el suelo, los ecosistemas, la fauna, la vegetación), y que generen beneficios sociales y económicos.

En qué debes de fijarte para distinguir si un proyecto turístico es realmente sustentable?

• Puedes comenzar por preguntar a quien lo promueve si el proyecto cuenta con alguna certificación o un plan de manejo.
• Mantente atento a las prácticas que llevan a cabo las personas que operan el proyecto: cómo se manejan los residuos, si se da información a los visitantes sobre lo que pueden y lo que no pueden hacer, si existe una zonificación para las actividades, si se cuenta con lineamientos para proteger a la fauna, etc.
• Averigua de qué manera se benefician los pobladores locales del proyecto turístico. Los beneficios deben permear a la población local. Si un proyecto tiene buen manejo ambiental y buen manejo económico, pero los beneficios no impactan a la comunidad local, entonces la sustentabilidad del proyecto es cuestionable, tomando en cuenta los tres aspectos básicos del desarrollo sustentable mencionados al principio; debe de haber beneficios sociales que impacten a la comunidad mejorando su calidad de vida.

Identifica y apoya proyectos, empresas o productos que cuentan con sellos de calidad o certificaciones que dan fe de que son el resultado de sistemas sustentables. Prefiriendo estos productos y proyectos, apoyamos a quienes se están preocupando por adoptar formas responsables de hacer las cosas y mejorar la salud del planeta y su naturaleza, así como el bienestar de las personas en el presente y hacia el futuro.