By: Consul
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Las empresas sociales se están arraigando en nuestra economía y han llegado para quedarse. Son muy importantes para el desarrollo sustentable ya que promueven la activación de la economía local y resuelven problemas puntuales de la sociedad.
Para entender mejor de lo que les hablo, aclaremos que es una empresa social y conozcamos algunos ejemplos. Una empresa social es un modelo de empresa innovador, a través del cual se busca la resolución de un problema social y, a su vez, obtener beneficios, generar empleo y generar diversos beneficios en la sociedad.
Uno de las características de una empresa social es que tengan como principal objetivo el bienestar social antes de su propio lucro; que tengan políticas claras de inclusión e igualdad y su fortaleza principal es la fuerza de trabajo mas que su capital per se.
Las empresas sociales promueven la innovación económica y social y regularmente nacen y crecen mediante la autofinanciación con el objetivo de evitar la dependencia económica.
Según la Unión Europea, algunos requisitos para considerar una empresa como empresa social incluyen:
- Tener como objetivo primordial el logro de un impacto social positivo y cuantificable. El beneficio es necesario para poder realizar su objetivo.
- Utilizar las ganancias ante todo para lograr su misión.
- Gestionarse con diligencia, responsabilidad y transparencia, involucrando a los empleados, clientes y partes interesadas afectadas por sus actividades comerciales.
Uno de los beneficios de la empresa social es la ventaja competitiva que obtiene gracias a, precisamente, ese compromiso social de generar riqueza y empleo. La empresa, de manera más o menos directa, contribuye a la sostenibilidad social, diferenciándose así con creces de sus competidores. Un gran plus para los clientes reales y potenciales de la empresa social que, ante dos productos o servicios iguales, se decantarán por el de dicha empresa.
Uno de los ejemplos a destacar en nuestra región es la marca de artesanías locales Mayan Heart, que desde hace 5 años ha desarrollado la vocación productiva de distintas comunidades en todo el estado y cierra el círculo funcionando como un puente entre los productores y la industria turística, satisfaciendo las necesidades de ambas partes y logrando el acercamiento de los productos a su destino final sin la necesidad de intermediarios y operando bajo prácticas de comercio justo. Otros modelos exitosos similares en el país son Prospera, Mayak’an o Mayan’ok; mientras que en otras áreas podemos mencionar modelos muy interesantes como la Biobolsa, iniciativa que actúa directamente en la gestión de residuos de granjas y aguas residuales para su aprovechamiento en forma de energía y bio fertilizante.
Existe una necesidad crítica de diversificar nuestro sistema económico para asegurar su futuro y más concretamente la manera que hacemos negocios y con quien hacemos negocios. Las empresas sociales pueden asegurar esta diversidad mediante sus modelos de creación de impacto social y el fortalecimiento comunitario.
En un mundo donde la economía está dominada por las empresas privadas en las que solo importan los inversores, bien vale la pena preguntarnos si este modelo es sostenible tanto social como ambientalmente hablando y es importante que también nosotros, como consumidores, busquemos opciones más sustentables y socialmente responsables para contribuir a este modelo.